Uff.... vamos a ver por donde empiezo.
Este año he pisado la feria y ha sido de milagro, porque pensaba bajar un día por mi mujer y si bajaba.
El ambiente ha sido extraño, mucha gente por las calles pero muchísimas casetas vacías, eso en cuanto a días como el primer sábado que ya sabemos que son moviditos. El resto de días pensaba yo que era el dueño de la feria, porque había más policía que población civil dando vueltas. Una vez más, el chonismo se apodera de una fiesta como esta.
Lo de los precios de las casetas, un atraco en tu nariz. He leído varias quejas por RRSS y vaya tela. Entiendo que la feria son pocos días y ahí hay que darlo todo, pero tampoco tomando por imbécil al malagueño.
La seguridad si es cierto que he visto más presencia policial, al igual que la limpieza, otros años he visto orines, vómitos y "macetas" por cada esquina y este año ha estado todo muy cuidado. Eso si, que no se ponga Teresa Porras las medallitas que su campaña "shh, shh,... cusha, se te ha caído" es una verdadera mierda (pero cuando Limasa lo hace mal la culpa es de la empresa, si lo hace bien es por ella y por Don Paquito).
La zona de atracciones ni la he pisado, así que... y los conciertos, de pena.
Creo que en general ha sido una buena feria pero con días mucho más relajados, al extenderla la gente se lo toma con más calma (como la Semana santa con las vísperas). La economía no permite estos precios, y este año la cosa ha sido pasarse. Eso si, si algo me alegra es el éxito rotundo de la caseta AVOI, PRIMERA CASETA EN OFRECER COMIDA PARA CELÍACOS (tócate los cojones... 2019), una caseta limpia, organizada y con un fin que es cuidar a pequeños con cáncer, una labor altruista y con mucho mérito.
Una vez más hemos mejorado en algunas cosas, pero nos hemos destrozado lo que hacíamos bien.