El Rosario de Antequera ya ha solicitado al Obispado poder realizar su procesión el próximo 3 de octubre. Personalmente, sigo sin tener muy claro lo de las procesiones como tal, pero es evidente que, aunque sea con muchas medidas, hay que ir retomando poco a poco el culto externo. Se nos criticará, porque siempre vamos a estar en el punto de mira, aunque nadie critique una vuelta ciclista con aglomeraciones, o protestas por cosas innecesarias, pero hay que tirar p'alante.
Por otra parte, en Málaga y en Cádiz, los grupos de carnaval empiezan a ensayar y montar sus repertorios, de cara al próximo carnaval. En Sevilla, el Ateneo está planteando ya la Cabalgata de Reyes de 2022 con total normalidad, no contemplan la posibilidad de "sucedáneos". Podría ser ya la prueba definitiva de cara a eventos masivos sin restricciones, o con pocas de éstas (probablemente, aforamientos y, si acaso, mascarillas, aunque espero que para entonces, no tengamos ya que usarlas).
Ojalá de aquí a -como mucho- mediados de octubre, tengamos ya en torno al 80% de la población vacunada con pauta completa. Está claro que no se va a recuperar la vida anterior de golpe (quién sabe si la recuperaremos al 100% algún día), pero hay que ir retomando todo poco a poco porque, si no, ¿para qué nos estamos vacunando?
A día de hoy, y viendo que tanto el contagio como las hospitalizaciones están descendiendo considerablemente, y que los fallecimientos por covid, más tarde o más temprano acabarán reduciéndose drásticamente hasta prácticamente no haber, soy relativamente optimista de cara a una Semana Santa de 2022. Al fin y al cabo, el virus va a seguir entre nosotros, como siguen tantísimos virus. De hecho, oficialmente sólo se ha acabado con la viruela y, según leí, se tardaron más de 40 años. Hay que volver a la VIDA.....