Bueno, a ver si puedo explicar. Yo me esperaba cómo habéis dicho algunos algo más piramidal, sobre todo porque era lo que reconciliaría la anchura de la bandeja para seis varales con el grupo tan pequeñito, pero la verdad es que Primo soluciona acertadamente la composición jugando con tres cuerpos, casi cuatro si contamos la pequeña peana bajo las imágenes, que es casi lo que más me ha gustado junto a la Cruz y la recuperación de los elementos iconográficos de las imágenes. El tamaño se va reduciendo desde la bandeja inferior, pasando por el cuerpo central (que bebe mucho del tema de la Virgen de la Caridad, lo cual le da a los dos tronos una línea común), hasta terminar en un cuerpo superior bastante más estrecho y bajo, muy parecido a la peana que ostenta al Nazareno del Paso.
Lo que más me ha chocado sinceramente es la posición tan hacia atrás de las imágenes, y diferencia de altura entre arbotantes delanteros y traseros. Creo adivinar que Pronto lo ha hecho así, para, por un lado, al ser los delanteros más bajos, no tapar el conjunto escultórico y resaltarlo, y por otro, situar a las imágenes más cerca de los traseros para beneficiarias de su iluminación y crear una atmósfera propicia para su contemplación.
Dicho esto, he de resaltar el clasicismo del conjunto, la no extrema barroquización, y la utilización del trono más como elemento secundario que ayude a resaltar a los Titulares, que a coger per se un protagonismo que distraiga la atención del elemento principal. Por poner una pega, la forma de los faroles podría haber sido más original.