Para que esta imagen pueda procesionar es fundamental que le vuelvan a poner las piernas. La imagen es del s.XVIII atribuida a Gomez de Hermosilla y aparte de que es una pena tener una imagen de tal calidad y antigüedad incompleta, la inclusión de las piernas, en mi modo de ver, cerraría el controvertido capitulo de la Cofradía desde que se desagrupó. Además, tal y como está ahora, la imagen no representa absolutamente nada: es una escultura incompleta.
Con respecto a los símbolos franquistas, la solución es fácil y sencilla: eliminarlas del patrimonio.