En referencia al título del tema, me ha dado por pensar. Viendo como está avanzando la situación, y el enorme boquete que puede provocar esto en muchísimas familias durante incluso (esperemos que no) algún que otro año, y que, ante una crisis económica importante, lo más lógico sería reducir subvenciones, ayudas, favores y demás, ¿creéis que alguna puede plantearse el no salir (cuando se pueda), e incluso alguna que otra disolución?
No hablo de cofradías agrupadas, ni de las no agrupadas que tienen un buen respaldo atrás, sino de pro-hermandades, que ya de por sí tienen problemas y escasez de gente. Si muchos cofrades/semanasanteros/cuaresmeros/sacatronos nos quedamos (aún más) tiesos con todo esto, ¿de qué van a vivir las prohermandades del tipo que todos nos imaginamos? Algunas de ellas se encuentran inmersas incluso en la realización de imágenes y de tronos.
¿Puede esto afectarles seriamente? y en caso afirmativo, ¿en qué modo?