Si las nuevas hermandades deben de ser el espejo, sobre todo, para las más nuevas, una cofradía como la del Cautivo debe de ser el ejemplo para absolutamente todas. Tienen que recuperarse del desembolso del palio y hacer ese complemento al trono del Cristo. A esto se le añade hacer vida de hermandad, hacer la vida que una hermandad debe de llevar, restauraciones y siempre ahorrar, sobre todo de cara a imprevistos. Además, se habla de un nuevo trono para la Trinidad, de dotar de más altura solo el palio... Dentro de lo que cabe la estabilidad en una hermandad quizá sea relativa como para abarcar más de lo que se pueda.
Otro aspecto es actuar en base a necesidades. Si existe la de una casa hermandad o la de ampliarla, adelante con ello con un proyecto viable. Si existe la de un oratorio, adelante con ello. Si se potencia la zona de San Pablo, la Hermandad mantiene su estatus y no le resta al resto de hermandades de la Parroquia, podría ser un interesante punto de estudio. Quizá el ejemplo sea las Penas. Muy discutible fue la necesidad de una basílica para la Esperanza. Muy discutible es la estética que presenta la basílica-casa hermandad, e incluso, se tenemos opiniones que dicen "no haberse movido de Santo Domingo" o "haber esperado a tener unas nuevas dependencias excelentes para mudarse".
Personalmente, me gustaría apostar por una nueva casa hermandad y por un oratorio. No todo se reduce a lo que cada cual desee. Se debe de tener muchos puntos en cuenta.