El nuevo recorrido de las cofradías me parece un error; el anterior, me parecía mucho más estético. La calle Larios hacia arriba, no es lo mismo que hacia abajo y su continuación por calle Granada, la doble curva, Calderería, y Carretería con la popular tribuna de los pobres tienen demasiada solera para casi haberlos eliminados.
Se sustituyen por una tribuna en la Plaza de la Constitución, escondida, y de lado, y las cofradías apelotonadas subiendo por la desangelada calle Nueva!
El doble paso en paralelo por la calle Martínez-Atarazanas hacia abajo y la Alameda Principal hacia arriba, distanciados apenas unos metros, tampoco me parece que le dé vistosidad ni mejore los recorridos.
Por último se hace una rampa monstruosa para subir los tronos a la catedral cuando ya lo hacían con gracia por la puerta de las cadenas.
La manía de hacer una estación de penitencia, que corresponde más al modelo sevillano, y a “pasos”, pero no a “tronos”, como naves imponentes que surcan las calles de Málaga y que es nuestra principal seña de identidad: el tamaño. Terminaremos por reducirlos y adaptarlos para entrar en la catedral!
En resumen, con el afán recaudatorio, hemos perdido en estética, para poner más sillas y grandes tribunas con enormes vísceras que parecen más apropiados para un circuito automovilístico.
La excusa de la seguridad, era eso una excusa porque se ha comprobado que no la mejora sino que la empeora. De todas formas, hacer el recorrido más aséptico y ordenado, desvirtúa otra esencia de los Semana Santa de Málaga, de simbiosis con el pueblo y su espontaneidad, buscando una teatralizacion artificial y meramente turística.