De mi jornada de Domingo de Ramos destacaría:
-Lentísima Pollinica en la curva Dos Aceras-Álamos. No puede ser que esta cofradía se mate por ser "la primera" y que, cuando no tiene ninguna más por la mañana, no aproveche para adecuar su hora de salida al tiempo que realmente necesita. Podría haber salido hasta media hora más tarde, y hubiese llegado a la misma hora al recorrido oficial. Se hizo eterno.
Dicho esto, ¡qué alegría más grande, volver a ver esta cofradía inaugurando nuestra Semana Santa! Ver al Señor de la Pollinica en la mañana del Domingo es cumplir (por fin) un año más....
-Magistral curva de Dulce Nombre en Casapalma-Álamos, donde, especialmente en el caso de la Virgen, los hombres y mujeres de trono, se enseñorearon con sus titulares, sobre todo, con "la boquerona", con esa imagen que, como me llegaron a decir esta semana "es tan guapa, que no parece ni una escultura". Impresionante.
-Taponazo el que se tuvo que comer Humildad y Paciencia en la trasera de la Tribuna cuando iban de vuelta, teniendo que esperarse a que pasara Prendimiento por Tribuna, y teniendo en Especerías a Lágrimas y Favores. Uno de tantos despropósitos que hemos vivido en estos días que llevamos.
-Gran nivel el de nuestras bandas. Mención especial a la AM San Lorenzo Mártir, por el momentazo que pude vivir en Uncibay con Salutación, donde demostraron en qué magnífico "estado de forma" se encuentra dicha formación. De lujo.
-En general, grandes retrasos, cofradías con cortejos muy espesos, parones y el Centro hecho una ratonera. Ya habrá tiempo de hablar largo y tendido sobre el tema del "nuevo" Recorrido Oficial, pero de momento, en lo que respecta esta jornada, es destacable la hora que les dio en la calle a cofradías como Prendimiento, Humildad y Paciencia, las cuales se encerraron a las tantas, después de tanto retraso acumulado.
-El "doble paso" de Humildad y Paciencia no me gusta, aunque lo puedo ver como una solución y, en cierto modo, comprensible, cuando se va justo de tiempo para el RO, o cuando ya se va de recogida y las fuerzas flaquean, pero creo que se abusó de ello. Creo que la cofradía debería pulir esto, máxime, cuando la mayoría de la gente que realmente quiere verlos a ellos, no está precisamente en las sillas, y he leído críticas de gente del barrio que se decepcionó un poco por esto.
Aun así, me quedo con la enorme alegría de poder vivir por fin, un nuevo Domingo de Ramos con nuestras hermandades en las calles, que no es cualquier cosa. ¡Volvimos!